lunes, 19 de enero de 2009

Un viejo recuerdo...

Lo encontré en Internet casualmente. Me había olvidado que se hallaba alojado en You Tube.

Se trata del trailer de Donde cae el sol, mi primer largometraje, una experiencia única.

Pensé que sería bueno compartir esos minutos con ustedes. Especialmente con aquellos que no pudieron verlo.

Pueden hacerlo sin salir del Blog, haciendo click sobre la imagen de la película ubicada sobre el margen derecho.

Espero que les guste.

Gustavo

jueves, 1 de enero de 2009

Una carta muy especial

Queridos amigos, feliz año nuevo!

A todos!... A los que han sido consecuentes visitantes durante estos 2 años de vida del Blog, como a aquellos que lo hacen por vez primera.

Entre todos estos amigos que nos han honrado con sus saludos, elogios y críticas, llamó mi atención una carta, que recibí hace muy poco tiempo. Era hermosa, conmovedora... Y se me orcurrió que debía estar en el Blog.

Le pedí autorización a su autora, y me la concedió. Su nombre, María Elizabeth Wester.

Gracias, Eli...

Gustavo


LA CARTA DE ELI

Hola Gustavo, no se si recuerdes que me comunique contigo preguntándote sobre la posibilidad de reunirme con tu película El Árbol. En este sentido tu actitud generosa me llevó a Juan José y él hizo posible no sólo El Árbol sino su película sobre Juanele y la Orilla que se Abisma.

Fue importante el impacto de las imágenes vistas en La Orilla…, eso me llevó a contactarme; ahora habiendo visto El Árbol, siento la necesidad de comunicarme con vos para contarte un nuevo impacto, un nuevo disfrute, en esas imágenes que tanto te describen, que tanto hablan de vos sin nombrarte.

El inicio de la película con Primavera del 2004, me sitúa de lleno en un momento, hablo de cronología, que tuve un aneurisma, esa misma primavera del 2004.

La gravedad del cuadro clínico era de muerte, igual que El Árbol, esa línea sutil y transparente entre la vida y la muerte, entre la esperanza y la tragedia.
La fisura en la arteria en el cerebro determinó entre otras causas y azares, una intervención que hicieron médicos especialistas en imágenes, que al poco tiempo de curada me dijeron: ”pensar que de vos teníamos tan pocas imágenes…”

Estas palabras cobraron desde entonces para mí una relevancia significativa que se tradujeron y se enlazaron, en algún otro momento de la historia, con tus imágenes de la Orilla y luego El Árbol aunque repito, con una cronología no ordenada.

Este relato excesivo para mi práctica literaria, que es ninguna, tiene como única intención compartir con vos mi agradecimiento y especial valoración por tus obras, tus creaciones, tu manera de hablar con imágenes, imágenes que para mí se traducen en poesía, en algo muy disfrutable, en vida!!.

Disculpa la extensión, gracias por haberlo posibilitado