martes, 19 de agosto de 2014

Sol en un patio vacío (4)

Apuntes para una película

Llueve cuando llego a la casa. El perro se alegra de verme, da unos saltos y  revolea un trapo de un lado a otro, como si fuera otro animal e intentara matarlo. Después se echa, agitado, contra el tronco del cedro. Me quedo unos instantes junto a él. Es una llovizna suave, no hiere… Contra el cielo plomizo, los eucaliptus y los tilos tiemblan con luz propia. Una luz, algo plateada, algo sombría… Un deslizamiento leve desde mí hacia no sé dónde. Siempre es un viaje de ensueños. Me rodean los árboles y la tierra y el silencio, y algún pájaro, que cada tanto, sorprendido o no por la lluvia, abisma la tarde.  El pasto húmedo… Huelo el pasto húmedo por primera vez. Eso es, como si fuera la primera vez. Después entro a la casa. ¿Dónde está esa casa?
                                 …………………………………

Ella dice: “hay una casa, siempre se llega a una casa”.
Ella dice: “hay un perro blanco y negro, y una pata gastada de la mesa, y una luz que se esfuma cuando la mirás”